FASCINACION POR LA LUNA
POR PABLO GHOSH (BBC MUNDO)
Cuatro décadas después de la primera visita, el satélite vuelve a interesar a científicos y políticos.
La magia de la Luna ha vuelto a capturar la imaginación de políticos y científicos de todo el mundo.
Hace 40 años, la mayor audiencia televisiva de la historia vio como la tripulación del Apolo 8 alcanzaba la órbita lunar.
Fue durante esa misión que se tomó la famosa imagen del "amanecer de la tierra", que cambió para siempre la percepción que tenemos de nuestro planeta y de su lugar en el espacio.
Unos meses después, en julio de 1969, durante la misión del Apolo 11, el astronauta estadounidense Neil Armstrong se garantizó con un pequeño paso un lugar en la historia de la humanidad al convertirse en la primera persona en poner un pié en otro mundo.
Pero tras tan sólo seis alunizajes, el programa Apolo fue cancelado, ya que el mundo había perdido interés en la luna.
Aunque las masas desviaron sus atención hacia otros asuntos, las aventuras de los astronautas del Apolo tuvieron un impacto decisivo en la vida de algunos jóvenes.
"El programa Apolo me inspiró para dedicarme a la investigación espacial", le explicó a la BBC Allan Smith, director del Laboratorio Mullard de Ciencia Espacial del Reino Unido.
"Al final, soy tan solo un científico tozudo y es un hecho que la luna es muy excitante científicamente hablando".
"Trabajo por terminar"
El profesor Smith dirige la misión británica Moonlite, uno de los numerosos programas científicos que pretende enviar sondas a la superficie de la Luna.
"Las misiones Apolo dejaron un trabajo por terminar en la luna. El programa fue cancelado a principios de los años 70' cuando la gente perdió el interés. Pero casi no se realizó experimentación científica, por lo que tenemos que regresar para completarla", explicó Smith.
"Ahora, el plan de Estados Unidos, a diferencia del programa Apolo, es tener una base semi permanente en la Luna, lo que supondría establecer una infraestructura mucho más elaborada".
En 2004 el presidente George W. Bush anunció la intención de Estados Unidos de regresar a la Luna, con un programa que según él abrirá la puerta a proyectos todavía más ambiciosos.
"Podemos utilizar nuestra estancia en la Luna para desarrollar y probar nuevos enfoques, tecnologías y sistemas", dijo Bush.
"Así podremos dar los siguientes pasos en la exploración espacial".
El presidente estadounidense dijo que ello incluiría misiones a Marte.
China a la cabeza
Otras naciones ambicionan enviar humanos a la Luna, entre ellas China.
El pasado septiembre, el astronauta Zhai Zhigang se convirtió en el primer ciudadano de la nación asiática en llevar a cabo un paseo espacial.
No duró más que 15 minutos, pero muchos vieron en ello un hito en la manera en que el mundo ve a China.
"China es en este momento todavía un país menos desarrollado", le explicó a la BBC Dean Cheng, del centro de estudios CNA de Washington, en EE.UU.
"Ello no cambiará en los próximo 5 ó 10 años, por el tamaño de su población".
Pero según Cheng, si China es capaz de llevar a un hombre a la Luna en este periodo, significará que ha alcanzado a las naciones más importantes y que está al mismo nivel que Estados Unidos en el campo de la ciencia y la tecnología.
Con la Luna cada vez más presente en las agendas políticas, es probable que las ideas que parecían imposibles hace una generación se conviertan en realidad, como hacer que la Luna sea habitable para los humanos.
Civilización lunar
"La Luna es un lugar en el que se puede estudiar la manera de expandir la vida más allá de la tierra", le dijo a la BBC Bernard Foing, científico de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
"Se pueden llevar los elementos necesarios para plantar, germinar y hacer florecer una planta en la Luna", explicó Foing.
"También tenemos planes para llevar algunos tipos de plantas que podrían formar una primera generación de 'mini biosferas', a partir de las cuales podríamos hacer crecer plantas más complejas".
"Así podríamos aprender cómo desarrollar sistemas de soporte vitales autosuficientes que nos ayudarían a vivir más allá de la tierra lunar", señaló el científico.
Según Foing, es realista pensar en una nueva generación de exploración lunar humana.
"Está al alcance de nuestra generación, o de la de nuestro hijos, empezar una nueva civilización con un doble sistema en la Tierra y la Luna", aseguró el científico.
"Esta idea puede inspirar a la gente para innovar, que es lo que se debe hacer para salvar a las sociedades de su declive".